Pequeña historia de la nafta


Antes de llegar a Cancha Carrera, paso fronterizo con Chile al sur de Calafate, llenamos el tanque y el bidón adicional ya que nos esperaba un trayecto largo sin nafta hasta el Parque Torres del Paine. En la gendarmería había un cartel que indicaba que no se podía pasar combustible fuera del del tanque del auto. Como distraídos preguntamos por este tema y nos dijeron que ellos no tenían problemas en dejarnos pasarm, pero del lado chileno no nos dejarían pasar ni una gota de nafta. Se ofrecieron a guardarnos los 20 l hasta la vuelta pero como volvíamos por otro lado le cargamos todo lo que entraba en el tanque y les regalamos unos 15 litros de nafta super, que usarían para el grupo electrógeno.

En la aduana chilena de Cerro Castillo el empleado ni atinó a levantarse a mirar el auto, ni nos pidieron que los chicos estuvieran presentes al presentar sus documentos. Ya que el bidón estaba vacío me quise sacar la duda y pregunté por la nafta. Ahí se dieron cuenta de mi bidón y me dijeron que no podría pasar si staba lleno. Al final en el pueblo vecino cargamos nuevamente los 20 litros a la módica suma de 1 dólar por litro (contra los 0.40 u$s que cuesta en Argentina debajo del paralelo 42º).

Al día siguiente me enteré por boca del propietario del alojamiento de Puerto Natales que al intentar ir a cargar nafta del lado argentino en Río Turbio (20 km tras la frontera), lo demoraron 4 hs en la Gendarmería Argentina por llevar bidones extra. Desde ese día sólo va a Turbio a cargar los 50 litros del tanque del auto.

Se comprueba que a los argentinos les complican la vida los carabineros, y a los chilenos los gendarmes.